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«No te salgas de la línea. La manera correcta de hacerlo es así. Lo único que debes hacer es aplicar este método. Todos lo hacen de esta forma.”

La sociedad y el sistema educativo actual son mataderos de la creatividad. Se dice que los adultos que son creativos son niños que han sobrevivido a esa matanza y es posible que esto sea una afirmación correcta. No seré yo quien diga que no haya que ceñirse a una línea, que haya una manera correcta de hacer las cosas, o que haya que aplicar ciertos métodos y que muchas veces lo que hacen todos es el correcto, pero sí diré que en muchas ocasiones no.

El cerebro de los niños es un tesoro auténtico y original, todavía no contaminado por los errores de una sociedad en algunos aspectos enferma. Una de nuestras misiones como padres es precisamente regar los talentos, las potencialidades, las capacidades de nuestros hijos… para que afloren. Los niños de hoy son los adultos del mañana. Nuestra sociedad necesita personas que sepan dar soluciones a problemas nuevos y sin la capacidad creativa no lo podrán conseguir.

Cuando un niño te ofrezca una solución distinta a un problema del colegio, a una situación de la vida o a una circunstancia, párate a pensar si esa solución puede ser válida más allá de tus esquemas, que siempre estarán más oxidados que los suyos. Los niños piensan con una enorme libertad, que van perdiendo gradualmente conforme avanzan escolarmente y conforme se socializan. La socialización es fundamental para el desarrollo psicológico de cualquier ser humano pero debería incluir espacio para la creatividad y la crítica. Y como dice un amigo mío, “la hierba que asoma es la que se poda”.

La escuela de hoy es como un disco duro lleno de información al cuál se conectan todas las mentes para realizar un proceso de copia-pega. ¿El único objetivo que buscamos es que nuestros hijos almacenen datos? ¿Datos de ciencia, de historia, de lenguaje? Entiendo que no. ¿Os habéis planteado cuánto tiempo se dedica a fomentar la creatividad, el pensamiento crítico, la adquisición de criterio? ¿Interesa eso? Afortunadamente hay profesores, con nombre y apellidos, que de manera personal trascienden a este esquema simple del sistema.

El objetivo es crear mentes homogéneas que se adapten a la sociedad de hoy, que estén aptas para funcionar correctamente como piezas dentro de una gran máquina. La esclavitud más sofisticada es aquella que sin agarrarte con cadenas ha conseguido dominar tu mente, tu pensamiento y tus emociones, hasta que ni siquiera anheles ser libre. Como esos gorilas que, tras largos tiempo de cautiverio, ya no salen de sus jaulas cuando se les abre la puerta.

Piénsalo.

 

Un artículo escrito por Javier Lozano de Diego