389 palabras.

Dice Marcos que la soledad no estar solo, que es un sentimiento. Dice Marcos que es no reírte de lo que los demás se ríen, es no entender lo que la mayoría entiende y entender lo que la mayoría no puede entender.

 

Soledad es ver grande donde los demás ven pequeño. Es detenerse en el camino cuando los demás caminan, es observar aquello que llamó tu atención, cuando fue totalmente desapercibido para el resto. Soledad es explicarte y que no te entiendan, sentir algo que sólo sientes tú, es esa parte del mundo totalmente incomprendida. Es la silla en la que nadie se sentó.

 

Soledad es ponerse en pie y mirar al horizonte, mientras todos continúan agachados. Son nuestros pensamientos cuando no logran abrazarse, es ver en color cuando los demás ven en blanco y negro, es escuchar el sonido que nadie oye, es vivir en un mundo donde nadie vive.

 

Soledad es la pieza que sobró del puzzle y la canción que sólo entendió el artista. Es el número 1 que no pudo sumarse para convertirse en 2. Son las huellas que se separaron del camino, de alguien que emprendió el suyo.

 

Soledad son todas mis preguntas sin respuestas, tan importantes para mí. La luz que no tuvo nada que iluminar. El grito que nadie escuchó, la muerte que nadie sintió, de alguien que ni siquiera tenía nombre.

 

Soledad es la semilla que nunca se regó. Las letras que no pudieron formar palabras, palabras para las que no había oídos, manos que no pudieron tocarse, sentimientos que nunca se encontraron. Pensamientos que sólo tengo yo y no tiene nadie.

 

Soledad es tener personas a tu alrededor y sentir más soledad todavía. Es el río que no desembocó en el mar. Y es también el mar que se secó porque no recibía agua de ningún río.

 

Soledad.

 

La madre de Marcos, Laura, dice que soledad son los ojos húmedos de su hijo mirando perdidos a través de la ventana. Es su corazón que no entiende este mundo loco y es también la incomprensión de una sociedad que avanza demasiado despacio.

Laura seca las lágrimas de su hijo. –“En realidad, no estás solo” – le dice.

 

Recuerda: conviértete en su apoyo. A veces, tú eres el último hilo que le sujeta al mundo.

 

Un artículo escrito por Javier Lozano de Diego